Éxito rotundo del XV Congreso Nacional de Enólogos que se clausuró con un debate sobre la necesidad de colegiación de la profesión.

La última noche del encuentro reunió a más de 200 personas en una emotiva cena de gala.

El XV Congreso Nacional de Enólogos ha sido, sin lugar a dudas, todo un éxito. Más de 200 asistentes, entre congresistas y acompañantes, se dieron cita en una emocionante cena de gala, patrocinada por Rioja Capital, el programa de promoción de los productos agroalimentarios y, por supuesto, de los vinos, de esta región.  El encuentro fue emotivo por diversos aspectos: la entrega de premios y medallas de oro de la FEAE y la reacción de los galardonados, el premio a la mejor comunicación en formato póster, el reconocimiento a las empresas patrocinadoras, el apoyo recibido por la Asociación Aragonesa de Enólogos y el anuncio del presidente de la FEAE, Juan Gómez Benítez, de que éste era su último congreso en el cargo.

La velada comenzó con el agradecimiento a los patrocinadores principales del Congreso, que recibieron un diploma de reconocimiento, haciéndose mención especial a Alberto López, director del Área Agropecuaria de la Feria de Zaragoza, sede del encuentro, y a Rioja Capital, patrocinador no solo de esta ceremonia sino también de la próxima edición del concurso Tempranillos al Mundo, que se celebrará del  5 al 7 de noviembre en Logroño. Después, Juan Gómez Benítez presentó  la actualidad de la profesión y además hizo público que este era su último año como presidente de la FEAE y mostró su gratitud a la junta de gobierno:  “Todo lo bueno y lo malo no lo he hecho solo, sino con ellos y quiero que a todos les sea reconocido su trabajo”, declaró firmemente.

Este fue el punto de partida de una emocionante entrega de Medallas de Oro de la FEAE ya que los tres enólogos premiados hicieron vibrar a los presentes, en sus intervenciones. Cruz García Sánchez, cuya carrera desde el año 1968 ha estado vinculada a Bodegas AGE, recibió la Medalla de Oro al Mérito Enológico. “He recibido valiosas lecciones de la vid y de la uva a lo largo del transcurso de la vida”, afirmó para agradecer el apoyo incondicional de su mujer durante toda su carrera y reconocer que está tremendamente feliz porque éste era el primer premio que recibía en 45 años de profesión.

Después, el galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en la Investigación Enológica, Antonio Palacios García, profesor del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino de la Universidad de La Rioja y gerente de Laboratorios Excell, se mostró solidario y divertido. Éste para él también era su primer reconocimiento profesional “pero este premio está muy compartido con todos aquellos investigadores que me han permitido aprender de ellos” afirmó.

Luis Caballero Florido recogió la tercera Medalla de Oro, la de la Difusión a la Cultura Vitivinícola , y su intervención osciló entre la poesía y su tronío, mostrando un excelente sentido del humor. Así, se reconoció como un ‘homus vini’: “No estoy  aquí por lo que del vino sé, sino por lo que al vino quiero. Quiero al vino como quiero a mis hijos y espero que ellos sepan transmitir el amor a la viña que es el que dignifica al hombre”, aseveró para terminar con una cita de José María Pemán: “En el vino es todo medida: con una copa alegra el corazón, y sin perder la razón, le da razón a la vida”.

A continuación, el protagonismo fue para el premio a la mejor comunicación en forma de póster, patrocinado por la empresa Cortansa, ex aequo para “Evaluación de la influencia de las moléculas volátiles en la percepción del sabor y la astringencia del vino” y “Diseño de una planta piloto económica para producir levaduras vínicas frescas de aplicación local”. Ambos trabajos serán publicados en la sección ‘Investigación y Ciencia’ de la revista “Enólogos” y se reparten la dotación económica de 2.000 euros.

Solidaridad entre profesionales

El debate sobre el futuro de la profesión de enólogo fue el núcleo de la jornada del domingo. No obstante, esta mesa redonda vino precedida por la conferencia tecnológica de Pall, de la mano de Juan Rozas y Manuel Vicaría, que versó sobre la filtración tangencial con inyección de bentonita in situ, en vinos blancos y rosados y sobre la normativa europea de plásticos en contacto con alimentos.

La mesa redonda sobre la profesión de enólogo estuvo participada por Fernando Zamora Marín de la Universidad de Rovira y Virgili donde se imparte el Grado en Enología y Pedro Tienda Priego Director de la Escuela de la Vid e Industrias Lácteas, que presentaron la actualidad de los estudios de enología a nivel universitario y de formación profesional de segundo grado; Luis Calvo Sánchez profesor de Derecho Administrativo y especialista en Colegios Profesionales, que comentó que según la reglamentación actual sólo serán de adscripción obligatoria los colegios de profesiones que tengan relación con la preservación de la salud o seguridad del ciudadano; Luis Jiménez García, presidente de la Asociación de Enólogos de Castilla La Mancha, que defendió la necesidad de que las asociaciones defiendan los intereses de los enólogos en sus comunidades autónomas y soliciten la formación de colegios profesionales para la posterior creación de un consejo general estatal y, por último, Lorenzo González de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón, que presentó las exigencias de la reglamentación vitivinícola sobre la actuación del enólogo en el ámbito de la bodega.

Posteriormente se creó un encendido debate sobre las exigencias de la formación y las competencias de los enólogos,  que concluyó con el acuerdo general de la necesidad de la excelencia en la formación y por la unión y la solidaridad en el trabajo de todos los enólogos y de la convivencia de cada uno de los integrantes del sector.

En resumen, el XV Congreso Nacional de Enólogos resultó todo un éxito en el que brilló la camaradería en la profesión, llegando a puntos de cohesión y entendimiento en diversos ámbitos. También fue destacable el número de participantes, muy superior al de congresos anteriores, y la colaboración inestimable de la Asociación Aragonesa de Enólogos, con su presidente, Enrique Castells Estela, a la cabeza, sin la cual no se hubiera podido lograr este punto de entendimiento y tolerancia que ha marcado este congreso.